España. Guerra Civil y Dictadura

Grupo 4. Desarrollado por: Doménica Carvajal, Pamela Ortuño

Institución: Colegio de Bachillerato Manuel Córdova Galarza

Curso: 1BI

ESPAÑA

Antecedentes

 Caída de la monarquía: la renuncia de Primo de Rivera el 28 de enero de 1930, sucediendo así el frente del gobierno el general Dámaso Berenguer y al almirante Juan Bautista ninguno de ellos pudo resolver los problemas internos de la crisis económica mundial, ni frenar las diferentes grupos sociales y las fuerzas políticas.

En la oposición republicana se organizado mediante el Pacto de San Sebastián, y llegó a un compromiso de que al establecerse la República se presentaría un Estatuto de autonomía para Cataluña y establecer relaciones con las organizaciones obreras más importantes y así atraer el apoyo.

En las elecciones municipales celebradas el 12 de abril de 1931 votó a favor de la unión republicano-socialista y en contra de la monarquía la República había triunfado a través de una vía pacífica y democrática si no ser por el rey Alfonso XIII decidió abdicar para el exilio.

La Segunda República

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La República Española fue proclamada el 14 de abril de 1931, y se instaló un gobierno provisional que convocó a elecciones para las Cortes Constituyentes. La nueva Constitución es aprobada el 9 de diciembre de 1931, y también fue nombrado Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República (jefe de estado), después se designó a Manuel Azaña a presidente del gobierno (jefe de gobierno) después de los primeros años el gobierno buscó la transformación económica, social y política de España a través de medidas que son:

ü  La promulgación de una serie de decretos tendientes a corregir los abusos que los propietarios agrícolas.

ü  La separación de la Iglesia y el Estado

ü  La reforma en la estructura del ejército, compuesto hasta entonces por un número desproporcionado de jefes y oficiales.

ü  La promulgación del Estatuto de Autonomía de Cataluña.

La aplicación de tales reformas encontró serios obstáculos como es el golpe de Estado encabezado por el general José Sanjurjo, los grupos de derecha se organizaron en contra de las medidas gubernamentales y en marzo de 1933 formaron la Confederación Española de Derechas Autónomas liderada por José María Gil.

Mussolini en el antiguo Imperio Romano encontró un modelo para su Estado fuerte, el fascismo español representado por las JONS y la Falange poseía un nacionalismo con sus raíces en la época Imperio Hispánico y reinado de Reyes Católicos.

José Antonio Primo de Rivera se oponía a la doctrina marxista por su internacionalismo Criticaba el liberalismo por su carácter individualista y rechazaba el sistema democrático; proponía la desaparición de los partidos políticos y los partidos de derecha aprovecharon el descontento hacia las reformas del gobierno de Azaña para obtener mayor apoyo en las elecciones generales de noviembre de 1933.

La política reformista del primer bienio fue desmantelada por series de decretos del conservadurismo y las tensiones sociales y políticas.

En 1934, los partidos de izquierda esperaban que el presidente de la República, Niceto Alcalá convocase a elecciones y formar un nuevo gabinete en el que se incluyeron tres miembros de la CEDA y de modo que la derecha llegaba al poder agregaban el crecimiento del desempleo y la amenaza del fascismo.

El gobierno logró dominar en poco tiempo ambos movimientos con ayuda de tropas trasladadas de urgencia desde África el presidente de la República constituyó entonces un gobierno de tendencia central, y en enero de 1936 se disolvían las Cortes y se convocaba a nuevas elecciones para el 16 de febrero, los grupos y partidos de izquierda se integraron en un bloque denominado Frente Popular.

El nuevo gobierno se encontraba en una situación difícil relacionadas con las crisis europea y mundial de los años treinta y acciones realizadas por extremistas de izquierda en contra de sacerdotes católicos. Las Cortes destituyeron a Alcalá Zamora y se eligió a Manuel Azaña como nuevo presidente de la República y administro al país entre el temor a la subversión social de la izquierda.

Los planes para derribar a la República se iniciaron con los resultados de las elecciones y fueron cobrando fuerza hasta que, en julio de 1936.

LA GUERRA CIVIL

Esta Guerra Española fue de carácter militar, al principio era un conflicto nacional, pero debido a las ideologías lo económico y la política que circulaba por Europa en los años de 1930, involucró a más países que aprovecharon esta guerra para hacer de España un campo de experimentos bélicos a puertas de la Segunda Guerra Mundial.

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Antecedentes: las fuertes tensiones sociales, producto del atraso económico y la desigual distribución de la riqueza generó la insatisfacción del pueblo. Los gobernantes habían sido incapaces de mejorar la situación del país o elevar la calidad de vida de la sociedad, ni siquiera habían logrado la estabilidad necesaria para progresar en la vida política. Como detonante, las diferencias políticas se sumaron al descontento social provocando el estallido del acontecimiento que dividió y devastó España, la Guerra Civil.

Orígenes y desarrollo: Con el mando de los generales Emilio Mola y Francisco Franco una parte del ejército se alzó el 17 de julio de 1936. Su propósito era liquidar al gobierno republicano constitucional, dirigido en ese momento por el Frente Popular. El bando sublevado representaba a las fuerzas de derecha y extrema derecha. Los campesinos de la Falange y los “requetés” apoyaban a los rebeldes. La clase media apoyaba dependiendo de su ubicación geográfica.

Los sublevados se auto determinaron “nacionales” pues su propósito era unificar al país bajo un gobierno central, desde el principio recibieron ayuda de tropas alemanas e italianas. Por otro lado, la simpatía que causó la República dio paso a la formación de Brigadas Internacionales, conformadas por voluntarios extranjeros y soldados veteranos de la Primera Guerra Mundial; incluso obreros, estudiantes, intelectuales se movilizaron a España para luchar contra el fascismo.

El gobierno democrático de España no pudo contar con la ayuda de las potencias occidentales, éstas temían que se estableciera un régimen comunista en España, así que se acogieron a la política de “no intervención” y resultó en beneficio de los rebeldes. El alzamiento se propagó y ocupó numerosas capitales, pero no pudo tomar Madrid. El país se dividió en dos zonas enemigas.

El gobierno de las diversas localidades se mantuvo en manos de los rebeldes formándose en Burgos una Junta de Defensa Nacional en la que Francisco Franco nombrado Generalísimo, tomó el mando con el cargo de jefe del gobierno y máxima autoridad política. En este tiempo se dio la unificación de la Falange y la JONS en “una sola entidad política de carácter nacional” tomando Franco de nuevo el poder. Éste líder se hizo denominar “Caudillo” y al mismo tiempo se difundió el lema “Una Patria, un Estado, un Caudillo”. De este modo se concentraron los poderes y apareció un nuevo Estado autoritario.

El gobierno Republicano padeció divisiones internas y una crisis que se evidenció en los constantes cambios de jefatura, a más de eso la autoridad central se debilitó y hubo una pérdida de la unidad política e incluso militar.

En 1937, los republicanos acumularon algunas victorias y los rebeldes centraron sus operaciones en la zona norte. El 26 de abril, la aviación alemana cometió un atroz bombardeo durante tres horas en la ciudad vasca de Guernica, el centro de la ciudad quedó destruido y envuelto en llamas y entre las pérdidas humanas se estima cerca de mil personas afectadas.

Para octubre del mismo año, los rebeldes dominaron la zona del norte, excepto Cataluña, además ocuparon un territorio que se extendió hasta la Península Ibérica incluyendo Marruecos español.

Para finales del año, los republicanos ganaron en Teruel, pero esta ciudad cayó en poder de los rebeldes en febrero de 1938. En marzo y julio se ejecutó la operación Aragón-Mediterráneo, fue un avance de las tropas rebeldes hacia el mar y logro partir al territorio Republicano en dos. Como siguiente táctica se llevó a cabo la Batalla del Ebro: en la que se desgastó al ejército republicano, y su derrota, abrió paso a las tropas sublevadas para que entraran en Cataluña, afirmando el triunfo total de los rebeldes.

Después de la derrota en 1938, Juan Negrín busco la paz negociada y propuso términos mínimos: garantía de independencia española, derecho de voto para el pueblo y renuncia a las represalias. Sin embargo, era inútil negociar con Franco pues el caudillo quería aniquilar a la República.

El 28 de marzo de 1939 tropas franquistas entraban en Madrid y más tarde cayeron las últimas plazas leales a la república. La guerra terminó oficialmente el primero de abril, la República se desmoronó y sus representantes huyeron fuera del país por lo que se declaró este gobierno en el exilio.  A pesar de que terminó la guerra no se percibió una paz, ya que inmediatamente tomaron represalias en contra de los exiliados, únicamente los que se encontraban en América se salvaron.

Imagen tomada de: http://centros1.pntic.mec.es/ies.maria.moliner3/guerra/mapas.htm#

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Consecuencias: como en todos los enfrentamientos bélicos la mayor consecuencia fue la pérdida de vidas humanas y la mayor parte relacionadas con la agresiva represión.

En lo político, fue el brusco cambio de gobierno pasaron de una naciente democracia a una dura dictadura que se extendería hasta la muerte de Franco en 1975.

En lo económico, está la pérdida de reservas materiales y financieras, la devastada infraestructura, escasa producción y los bajos ingresos. El Plan Marshall que ayudó después de la Segunda Guerra Mundial, no llegó a España debido que la dictadura se dio gracias a la ayuda nazi-fascista.

La Guerra Civil española, con toda su la destrucción y graves consecuencias, tan solo abrió las puertas a la nueva guerra total que involucraba a todo el mundo. El conflicto que colocaba a las naciones occidentales entre el “terror rojo” y la amenaza fascista. Cuyo desarrollo y desenlace constituirían lo que ahora conocemos como “mundo actual”